La ruta de ayer era una de las rutas duras del calendario
del Club Arnelas, afrontar las subidas de Navacerrada y Morcuera. Ya la
habíamos hecho a principios de julio y yo personalmente como preparación para
la Marcha Pedro Herrero de Moralzarzal.
Muy poca gente en la grupeta. Las fiestas de Colmenar nos
dejó bajo mínimos, únicamente Juanma, Kiki, Salva y yo nos aventuramos con la
ruta. Yo tenía muy claro que sólo llegaría hasta Cotos y allí daría la vuelta,
demasiados puertos ya para estas alturas de temporada, las piernas están
cansadas y van necesitando rutas un poco menos exigentes.
Tras una breve espera por si llegaba algún otro rezagado,
nos pusimos en marcha hacia Soto para ir calentando las piernas. Al ser 4 en la
grupeta, más un desconocido que se nos unió, fuimos prácticamente charlando
entre todos. La conversación se centró en el calendario de la próxima temporada
y cómo lo debemos de gestionar. Al ser un Club joven, este año nos ha servido
como base para futuros calendarios y sobre eso trabajaremos entre todos para la
próxima temporada.
Casi sin darnos cuenta llegamos al cruce con la carretera
que se desvía hacia Manzanares y decidimos seguir por ahí para evitar ir hasta
Soto y luego volver, por lo que entre los cuatro fuimos entrando a relevos, el “añadido”
no dio un solo relevo en todo el día, ya fuera llaneando, bajando o subiendo,
cada cierto tiempo y a una velocidad considerable para ser 4 únicamente. Así
pasamos Manzanares, llegamos a Cerceda donde el último tramo se agarra de lo
lindo, y como dicen Juanma y D. José, comienzo de puerto. Casi no se nota pero
el desnivel empieza a ir subiendo poco a poco, por lo que podríamos decir que
la subida se realiza desde Cerceda, unos 22 kms hasta el puerto.
Foto: dirección Puerto de Navacerrada, el monolito de la rotonda al fondo |
Foto: cortesia de www.altimetrias.com |
Poco a poco fuimos ascendiendo y en la recta hacia la
glorieta de Becerril, Salva ya puso su motor diesel a funcionar, el ritmo que
más le conviene y se fue quedando paulatinamente. Juanma, Kiki y yo seguimos
con nuestro ritmo y decidimos esperarle o bien en Cotos o en Navacerrada.
Pasamos la rotonda de Navacerrada pueblo con el enorme monolito, continuamos
hacia el hotel Arcipreste y sobre el km 14 de subida, mi mente y mis piernas
empiezan a flaquear. Aunque Juanma trató de animarme como en otras ocasiones,
ayer no era mi día.
Foto: Juanma y Kiki |
Foto: estrenando maillot "fugitive" |
Demasiado castigo llevan mis piernas acumulado. Nunca había hecho una temporada sobre la bici como
esta, y las 3 semanas de vacaciones, aunque he seguido saliendo, también se
notan. No fue una mala subida, pero cuando Juanma y Kiki se empezaron a
distanciar, decidí subir más tranquilo, a un ritmo cómodo, casi siempre con el
24-26, hasta que en El Ventorro tuve que echar mano del 29 durante km y medio,
más por cabeza que por falta de fuerzas. Pasado el tramo más durillo, volví a
cambiar al 26 que no dejé por cabezonería hasta casi el alto, y eso que en “el
muro” me retorcí bastante sobre la bici, pero no lo solté. Los últimos 200
metros tras salir de la curva a derechas, baje unos cuantos piñones y llegué al
alto a tope.
Foto: km13 de subida |
Foto: Kiki y Juanma se empiezan a distanciar |
Foto: empezamos a sufrir... |
Ya en el parking de Navacerrada nos encontramos con Salva.
De camino nos comentó que quería intentar subir a La Bola. No pudo y no por
falta de ganas, aunque las rampas del 18% te lo hacen pensar, sino por
encontrase el acceso cerrado con barreras y cadenas. Lo intentó un par de
veces, pero nos dijo que le resultó imposible arrancar de parado ya que hay que
bajarse para sortear barreras y cadenas varias. Otra vez será.
Todos reagrupados de nuevo, nos lanzamos en un vertiginoso
descenso. Salva como siempre nos gano muchos metros de ventaja junto con el
invitado sorpresa, el resto nos mantuvimos juntos aunque llegamos a alcanzar
velocidades de 71km/h en algunos tramos. Nos volvimos a reagrupar en el hotel
Arcipreste y continuamos hasta volver a parar en Cerceda para quitarnos
manguitos, chalecos, etc….
La vuelta fue muy rápida, en mi memoria tenía el regreso
desde Cerceda la semana pasada tirando con Martin a bloque, pues ayer llegamos
a rodar entre 38-40km/h, Kiki nos llevaba en volandas y muchas veces era difícil
circular junto a él en paralelo. Juanma y yo aguantamos a base de coraje y
golpe de riñón, a Salva ese tramo le remató. Decidimos acortar y no ir hasta
Soto, por lo que nos desviamos a la derecha en la rotonda antes de Soto para
tras un tramo con viento de costado, enlazar con el carril bici.
Una vez aquí aflojamos un poco ya que Salva lo venía pasando
mal y el resto tampoco estábamos para tirar cohetes. En la cuesta de Los
Melonares, le hice de gregario al pobre Salva. Juanma y Kiki se marcharon y yo
me quedé con él para afrontar el repechón a base de coraje y de hacer continuamente
la goma, hasta que el terreno suavizó bastante y volvimos a enlazar.
Entramos a Colmenar por el CIR y nos dirigimos cada uno a su
casa, no era día de cervezas.
Al final 100kms y una ruta dura por el calor y por la época
del año.
La semana que viene no se sabe ya que el calendario lo
tenemos confeccionado hasta finales de agosto, pero sea lo que sea ya lo
contaremos.
Gracias a todos.
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