Un domingo más nos inventábamos una ruta fuera el calendario.
Propuse para cambiar un poco de zona y para abrir nuevas rutas, hacer el Alto
de Monteoliva o Atalaya de El Molar. Encontré esta subida en internet y como
queda cerca de casa la he hecho en varias ocasiones. Es una subida corta pero
intensa, sobre todo que al ser muy al comienzo de la ruta las piernas no las
tienes muy ¨calientes¨, si le sumas el rompepiernas que es la carretera hacia
San Agustín de Guadalix, pues la ruta y la subida se hace muy interesante…
Como siempre quedamos en el canto. Una grupeta menos
numerosa en el día de ayer que se dividió en dos partes, los que querían hacer
la Clásica y los que optamos por los nuevos lares. Volvíamos a contar con el
gran Juanma y los ya asiduos, Rubén, Enrique Luis y Moisés. Chema, Carlos,
Paco, Lobo, los hermanos Schleck Julián y Luis, Antonio, Faustino, Manolo, Jesús
y servidor, completábamos la terna.
Nos pusimos en marcha y para mi asombro lo hicimos dirección
al carril bici, algo que no entraba en el libro de ruta ya que mi idea era
bajar directamente a enlazar con la carretera de San Agustín, pero una vez en
el carril bici, nos desviamos a la derecha para bajar dirección Madrid, para
afrontar el primer repecho el día, el del árbol del ahorcado o cima Xavi Tondo.
Primer repecho de muchos en el día de ayer, ya que como coincidimos todos, la
de ayer fue una ruta rompepiernas, pero distinta a las que veníamos haciendo.
Una vez pasado el repecho, continuamos por el carril bici para salir en el
desvío dirección a la carreta de San Agustín.
Dura carretera sobre todo si la haces a primera hora sin que
los músculos se hayan calentado lo suficiente, si a eso le sumamos que el ritmo
que se impuso era bastante elevado, los primeros improperios hacia mi persona
por ser el ¨jefe de ruta¨ no se hicieron esperar. Como siempre en tono jocoso y
bromista acepté con gusto las críticas, y avisé de los numerosos repechos que
nos quedaban hasta el Alto de Monteoliva. Pasados los tramos más duros de la
carretera, nos lanzamos en un vertiginoso descenso hacia San Agustín, a grandes
velocidades, sin dar apenas tiempo a que nuestras piernas asimilaran el
esfuerzo anterior.
En la rotonda de entada a San Agustín, hicimos una breve
parada para que fueran entrando los más rezagados y afrontar todos juntos un
nuevo repecho al 8% que nos llevó por las urbanizaciones de la zona, para
continuar ruta por el polígono industrial y comenzar lo que verdaderamente era
la primera y auténtica subida del día.
Como he dicho no es una subida larga, unos 4 km. Pero si no
la conoces se te puede atragantar. Tiene dos buenos repechos al 10% que aunque
cortos, te hacen sudar de lo lindo. Es una subida al estilo Purito, corta pero
explosiva. Comenzamos la ascensión en grupo, aunque con las primeras rampas los
más fuertes y con más ganas nos quedamos en cabeza. Juanma, Chema, Carlos, Paco,
Rubén, Jesús, Enrique Luis y yo. Me encontraba muy fuerte ayer, bien de piernas
de pulso y no pretendía gastar mucho. La subida la hice entre el 19 y el 21,
con el 23 en los tramos donde íbamos un poco más lentos, me quería probar
fuerza por cadencia y me encontré muy cómodo.
Foto: subiendo el Alto |
Foto: cortesia www.altimetrias.com |
Foto: ayer con la ropa fugitive |
Poco a poco fuimos ganando metros y Paco, el más combativo
en el día de ayer, se ganó el maillot de la regularidad y la combinada, hizo el
honor de coronar en primera posición el Alto de Monteoliva. Pequeña parada para
esperar al resto de corredores mientras disfrutábamos de unas espectaculares
vistas y una vez todos reagrupados, nos pusimos de nuevo en marcha en descenso
hacia El Molar. Atravesamos dicha localidad en su totalidad y continuamos
dirección El Vellón donde nos volveríamos a encontrar con unos cuantos
repechos.
Foto: Paco el primero en coronar |
Nunca había salido por esta zona. Me comentó Rubén que la
conocía de cuando corría (en juveniles, cadetes, sub-algo, no lo recuerdo
bien), y hacían la marcha de la Sierra Norte pasadon por estas carreteras, por lo que me
advirtió del buen repecho justo antes de llegar a las calles de El Vellón. Fue
Jesús quien se dio esta vez el calentón para llegar el primero a la rotonda
justo en el alto, seguido de Carlos y un poco por detrás los demás. Paramos en
la plaza donde siempre para que fueran llegando todos y aprovechamos para
reponer unas fuerzas que pese a llevar tan solo 30 km, algunos las llevaban
justitas como el caso del menor de los Schleck, Luis, que ayer no estaba muy
combativo o más bien tenía cuerpo jota…
Nos pusimos de nuevo en marcha con Paco y Carlos tirando del
grupo hacia Pedrezuela, para continuar dirección Redueña, donde nos encontramos
en el desvío a nuestro ¨amigo¨ del Lamborgini amarillo de todos los domingos, y
enfilamos su largo repecho para pasar dicha localidad y dirigirnos hacia
Cabanillas donde giramos en el cruce para continuar hacia Navalafuente.
Foto: todos juntitos y a ritmo |
Muy buen ritmo el que llevamos en el día de ayer. No se forzó
en absoluto lo que hizo que la ruta al final y a pesar de tanto repecho, no
fuese tan dura. Con ese buen ritmo llegamos a Navalafuente y continuamos hacia
Guadalix para afrontar el segundo y gran reto del día, la subida al Cerro.
Foto: "vamos Lobo que nos quedamos atrás...¨ |
Paramos antes del inicio de la subida para rellenar los
bidones y para estudiar y definir la estrategia a seguir. Lo de ayer creo que
quedará en el recuerdo de todos al lograr algo inaudito hasta la fecha, subimos
todos a bloque!!! Propusimos si por una vez seríamos capaces de hacer la subida
de El Cerro todos juntos, a ritmo suave, sin forzar, como un solo bloque, y lo
conseguimos. Pese al viento que se levantó y nos dio no muy fuerte pero sí
constante, y con un gran maestro de ceremonias como es Juanma arropado por Paco
en cabeza, nos fue dando los ánimos y las pautas necesarias en cada momento de
la subida. Jesús por su parte nos informaba por detrás, de cuando aflojar para
que el grupo no se estirara en exceso y poder continuar a bloque con la ascensión.
La subida por mi parte fue espectacular, a plato hasta la zona de las rampas
más duras, y una vez allí no pasé del 23, todo un hito, me encontraba muy a gusto
en ese ritmo pausado. Al final en las últimas rampas el grupo se estiró un poco
más perdiendo unidades, pero aún así, se coronó con un grupito compacto de 7
corredores.
Fotos: casi coronando El Cerro |
Fue Chema quien a 50 metros de la cima soltó un mini ataque
al que le siguió Carlos. El vencedor, pues cada uno puso la línea de meta donde
mejor le convino.
Foto: el ataque de Chema... |
Nos dejamos caer una vez llegados arriba, recuperando
pulsaciones y nos dirigimos para afrontar el San Pedrín. Carlos y Jesús tomaron
unos metros de ventaja. Rubén me pasó como una exhalación justo al comienzo de
lo duro, yo a su vez pasé a Chema y a Paco. Después, lo nunca visto, tenía
fuerzas suficientes para subir a plato, nunca lo había hecho o intentado hasta
ayer, y lo mejor es que pude aguantar bien todo el esfuerzo. Al poco llegué
hasta Rubén que reventó en el esfuerzo, le insté a que cogiera mi rueda para
apretar un poco hasta el stop de Los Rancajales donde paramos a esperar a los
demás, dando tiempo a que llegara Chema hasta nosotros y ya nos dejamos llevar.
Foto: esperando al resto |
Nuevo reagrupamiento de la grupeta y nos lanzamos hacia Colmenar
a buen ritmo, parecía que teníamos prisa por llegar. En el repecho de Remedios,
nuevo calentón que sacó de sus casillas a Faustino, quien perdió ayer toda
opción de entrar en el paraíso, ganándose una plaza fija en el infierno ante la
retahíla de improperios que nos soltó por volver a darle caña al grupo y
apretar un poquito más la velocidad. Velocidad que fue ganando en intensidad a
medida que nos acercábamos a Colmenar. Pasado la base de helicópteros, comienzo
el ataque, aprieto los dientes, meto todos los hierros y a muerte hasta donde
pueda, lanzo el Sprint justo hasta la entrada al puente sobre la carretera
donde ya me pasan Luis, Rubén, Antonio, Lobo y el propio Faustino que venía
encendido, se queja cuando apretamos en las subidas pero no en las bajadas… Al final la juventud de Rubén se impone sobre
el resto y se lleva el Sprint final seguido muy de cerca por Antonio y Lobo.
Tras el esfuerzo del día, nos dirigimos a por un fresquito y
merecido zumo de cebada, nos lo habíamos ganado.
Fotos: merecido zumo de cebada |
Al final 70 km y una ruta diferente, creo que a tener en
cuenta a la hora e no hacer tanto puerto o para los días de invierno.
La semana que viene subimos a La Barranca y luego celebración
del Club Arnelas, ambas grupetas juntas montaña y carretera para celebrar el
final de la temporada oficial.
Ya lo contaremos.
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