lunes, 17 de septiembre de 2012

IV Nocturna Pedro Colnago (14/9/12)



Un año más se celebraba la tan ansiada marcha nocturna por las carreteras de la sierra madrileña. Ante las numerosas peticiones de participaciones, desde todos los rincones el país y parte de la Europa Occidental, la organización tubo que limitar el cupo para evitar aglomeraciones en los aledaños y no saturar así la tranquila y pacifica vida de las gentes de la comarca.

-¨No queremos que esto se convierta en un evento lucrativo, y que los precios se pongan por la nubes por comprar una barra de pan o nos suban el precio de los chatos de vino¨, nos comentaban los más viejos del lugar.
- ¨Bastante tenemos con los recortes del gobierno para que encima unos mangurriales en bici, vengan aquí y acaben con todas las existencias de comida. Y encima por la noche, donde se habrá visto semejante insensatez. A esas horas tendrían que estar en sus casas durmiendo…¨

Así que para evitar males mayores con la comunidad y las autoridades de Soto del Real, la organización tuvo que elegir entre las miles de peticiones y agraciar a 16 corredores para efectuar lo que hasta la fecha tenemos entendido ha sido la más emocionante, intrépida, arriesgada y larga ruta nocturna de tan prestigiosa marcha en sus 4 ediciones. Se han tenido que sortear todo tipo de situaciones, desde cambios bruscos de temperatura, a lidiar con los zombies y espectros en la pasarela de la muerte, los continuos peligros del tan buen y bien cuidado carril-bici que incluso nos deparó la sorpresa de la noche, 2 jabalíes, que no llegaron a ser los grandes protagonistas de la carrera, gracias al buen hacer del Cristo de la Biela que nos ayudó y nos guardó durante todo el recorrido, incluso en los momentos de máxima tensión cuando nos adentramos de noche y a oscuras, con el único haz de luz de nuestros focos, en territorio comanche, Pitis City, la ciudad sin ley.

Con un poco de demora sobre el horario previsto, ya que esperamos a que se hiciera noche cerrada para poder usar nuestras luces a pleno rendimiento, y tras las indicaciones del organizador/maestro de ceremonias, Enrique Fugitive Sevilla, tomamos la salida los 16 agraciados de la IV Nocturna Pedro Colnago. Al principio se me hizo un poco raro, no conocía a nadie, aunque las caras y los nombres me los sabía por las historias varias que cuenta Fugitive en su web. Pero poco a poco y con el buen rollo que tiene esta gente y las ganas por dar pedales, me fui integrando perfectamente en el grupo. Qué gente más simpática y enrollada, todo un gusto compartir ruta con gente así que te trata como de la familia desde el primer momento.



Foto: los participantes listos para tomar la salida.

Foto: "Groendiox Pedro cómo se abre esto?¨, pregunta Fugitive Sevilla.
¨Calla, calla, da la salida que la masa se nos echa encima¨, responde Pedro Colnago.









Salimos de Soto dirección Colmenar por el carril bici y con una sensación extrañísima. Habré pasado miles de veces por el mismo camino, pero de noche se pierden todas las referencias y la perspectiva del terreno, lo que haces normalmente con el plato pequeño lo haces con el grande, cuando en condiciones normales buscas cadencia, vas con todo, y lo más increíble es la sensación de pedalear de noche, a oscuras, con las luces de los focos que cada uno llevaba, aunque he de decir que algunas eran incluso más potentes que el foco de Batman.

Foto: un poco más de luz que no se ve bien.

Sin casi darnos cuenta ya que llevábamos un buen ritmo llegamos a Colmenar y continuamos pegados a la M-607. Más de un coche nos pitó, no sé si para alentar al grupo de 16 tarados que iban en bici a las 10 de la noche o para recordarnos lo mal que estamos de la cabeza los ciclistas, que hacemos casi cualquier cosa por disfrutar de nuestro deporte favorito…

Aprovechando la caída del terreno, fuimos ganando velocidad. Llegamos a Tres Cantos, continuamos hacia El Goloso, cruzamos el puente de la M-607 para pasar por delante de la BRIAC XII, donde los soldados del cuerpo de guardia, dudaron por un instante si les atacaba un comando talibán, unos boinas verdes o la misma CIA, pero al ver que eran unos locos en bici y con luces, respiraron tranquilos y decidieron no molestar a D. Mariano ante una hipotética invasión.

Con más calor del esperado, una temperatura realmente buena para las horas que eran, proseguimos ruta y nos adentramos en uno de los tramos más complicados del recorrido. El buen hacer de nuestro serpa-guía, que se conoce a la perfección cada bache, piedra, curva, peralte y socavón del carril bici, pasamos el tramo que va pegado a las vías del tren y que lleva hasta el puente que vuelve a cruzar la carretera y te adentra en la zona de Montecarmelo, para continuar por un carril bici ya en mejores condiciones y perfectamente iluminado para las horas que eran. Alguna parejita se llevaría más de un susto al ver las luces de nuestras linternas aparecer y reflejarse por los espejos retrovisores….

Tras abandonar el carril bici, enlazamos con una avenida que nos llevaría hasta la zona baja de Puerta de Hierro, no sin antes cruzar por la ciudad sin ley, Pitis City.

-                           ¨Correr muchachos, no miréis atrás¨, nos alentaba Fugitive Sevilla.
-                           ¨Proteger a Pedro Colnago, si él cae y le secuestran, no habrá  más ediciones de esta carrera¨, se oía gritar al fondo de la grupeta.
-                           ¨Pedro, Pedro, estás bien, cómo vas¨, se preocupaba Nuria Superwoman.

Foto: "Proteger a Pedro..."

Foto: "Correr muchachos, correr", gritaba Fugitive.

Raudos, veloces y sin bajas logramos cruzar la ciudad del peligro y llegar sanos y salvos de nuevo al carril bici que va pegado a la M-30 y que te lleva a la entrada de la Casa de Campo. Tras cruzar un puente de adoquines, que de noche se me hizo eterno, y el puente por encima de la A-6, nos adentramos en el tramo que transcurre pegado al río Manzanares y que nos llevaría a nuestro destino final, La Pasarela de la Muerte.

-                           ¨Cuidado chicos hay espectros y zombies, los caídos de la guerra civil que lucharon aquí¨, nos ilustraba Fugitive.
-                           ¨Y jabalíes también¨, nos decía Sergio Merino.



Lo que Sergio y los demás no sabíamos era que tras unos árboles unos jabalíes nos estaban vigilando, acechando, esperando el momento oportuno para pillarnos con las defensas bajas y atacarnos……..

Sin sospechar lo que nos vendría encima, y nunca mejor dicho, confiados aprovechamos la ocasión para inmortalizar el momento con la foto oficial de la marcha.

-                           ¨Mírales que contentos están, ya les borraremos esas sonrisas¨, pensaban desde su escondite los jabalíes.

Tras las fotos, bromas de rigor y el momento bollos/barrita, decidimos que se nos estaba haciendo muy tarde y que teníamos un largo camino por delante hasta Soto,

-                           ¨Os veo muy contentos a todos. Sabéis que todo lo que se baja, luego hay que subirlo, verdad?¨, nos contaba Pedro Colnago.

Pues dicho y hecho, nos pusimos en marcha y al poco tiempo tras cruzar el puente de la M-30, primer incidente de la noche, Amador Alonso pincha su rueda trasera. Parada masiva para arreglar el pinchazo que duró lo mismo que un pit stop de Ferreri, nunca he visto cambiar una cámara tan rápido. Ya con el pinchazo arreglado continuamos ruta para volver a adentrarnos por las calles de la ciudad sin ley.

-                           ¨El año que viene hay que buscar una alternativa, Sevi. O que los motoristas nos abran camino¨, le comentaba Pedro a Fugitive.
-                           ¨Que va, nadie se quiere adentrar por estas calles. Da gracias a que las calaveras de nuestros trajes les asustan un poco. Esta gente es muy supersticiosa, por qué te crees que todos llevamos el número 13¨, le contestaba Sevi a Pedro.


Con un buen ritmo, a plato, fuimos ascendiendo metros hasta volver a entrar en el carril bici y deshacer el camino hasta el puente sobre la M-607 donde ante el estupor y el alucine de los pocos coches que transitaban a esas horas, aprovechamos para hacer una nueva foto para el recuerdo.

Foto: Salimos todos?

Ya no hubo tregua, desde ese momento nos lanzamos en pos de ¨quien llegue el último paga¨. En mi vida había subido todo el carril bici a plato y a ese ritmo. Incluso los repechos a la altura de El Goloso, los hicimos a saco. Supongo que para estos fieras de la bici es algo normal, pero yo estaba alucinado del ritmo con el que poco a poco íbamos ganado kilómetros y ascendiendo hacia Soto.

Foto: "Sevi, no vamos un poco rápidos?¨
¨Que va si esto es un entrenamiento del Test Team¨

Foto: esperarme que me quedooooooo!!!!!

Pasamos Tres Cantos, no sin antes resolver el problema de Kairo y el alambre/palo/rama que se le enganchó en el cambio, segundo incidente de la noche, aunque lo peor estaba por llegar….

Justo antes de afrontar el tramo nuevo del carril bici, la gran sorpresa de la noche. Los jabalíes que nos venían acechando para cobrase su presa, deciden tendernos una emboscada con nocturnidad y alevosía justo a la altura de la casa abandonada.

Lo que yo llegué a ver y oír, lo relato tal cual fue.

Me encontraba como el 7-8 del grupo. Es un tramo bastante oscuro ya que las luces de la carretera quedan al otro lado de la casa. Oigo una especie de gruñido y veo un bulto pardo que sale escopetado de derecha a izquierda, el sonido emitido parecía el de un perro asustado que cruza la carretera, más tarde Lalo me dijo que de perro nada, dos jabalíes se habían cruzado por delante de la grupeta, supongo que asustados por las luces. Ante tal imprevisto los de delante dan la alarma y avisan del peligro, los que van por detrás tratan de frenar y los más rezagados tratamos de evitar la montonera. Justo delante de mí veo que Pedro choca con Félix. Su rueda delantera queda enganchada entre el casette y la horquilla trasera, haciendo que los radios de su rueda se rompan por el impacto. Lo que no logro explicarme es cómo Pedro pudo lograr mantenerse de pie durante el tramo que rodó enganchado con Félix, mientras que iba dando saltos, sin dañarse ningún ligamento de la rodilla y sin caer al suelo.

Foto: así quedó la rueda de Pedro Colnago

Una vez más el Cristo de la Biela nos protegió, como nos comentaba Pedro Colnago una vez llegamos a Soto.

Con el shock del golpe y el susto en el cuerpo, el problema se presentaba con la bici de Pedro, sin rueda delantera era imposible regresar a casa. Sergio Merino se prestó a dejarle su rueda delantera a Pedro para que continuase la ruta, ya que como nos dijo él vivía muy cerca y se podía volver a pie en cuestión de 5 minutos. Cosa que hizo junto con Félix ya que estaban cerca de sus casas y así la vuelta sería menos dura.

Una vez recuperados del susto, una nueva voz de alarma,

-                           ¨Ahí hay alguien!! He visto a un tío que ha asomado la cabeza, nos dice Sevi.
-                           ¨No bromees con esas cosas, que no me gustan nada¨, se queja Nuria Superwoman.
-                           ¨Que sí, que es un okupa que le hemos desvelado¨, bromea Sevi.
-                           ¨Pues como de verdad salga un okupa ahora, salgo por patas y no me veis hasta Soto¨, se ríe Lalo.        

Tras las bromas y el susto de Nuria, nos ponemos de nuevo en marcha. Parece que el parón nos ha renovado las energías ya que el ritmo que pusimos hasta llegar a Colmenar yo creo que era de record, 28 km/h llegué a ver entre sombra y sombra. Ya no paramos de apretar hasta Soto. En el último tramo de Colmenar a Soto, el relente el pantano se hizo notar, lo que nos obligó a ponernos otra vez los manguitos y cerrarnos los chalecos.

Foto: Nuria Superwoman en el sprint final.

Foto: "Aquí estamos, sanos y salvos¨

Ya entrando en Soto, Nuria Superwoman lanzó un ataque final para entrar victoriosa en la línea de meta, seguida muy de cerca por Pedro Colnago y el resto de los participantes ante los vítores y la algarabía de los lugareños.

-                           ¨Joder, nos han rotolos cristales de los coches¨. Ah no que es el confeti de la salida¨, comenta Javier Iglesias.


Al final casi 90 kms, una experiencia única, un grupo de gente encantador, y la posibilidad de sentirme parte del test team por un día, o por una noche según se mire. Gracias a todo por el trato recibido, el gran ambiente y la buena organización.

Foto: "He sobrevivido a la mi primera nocturna"

Después del palizón pues nos esperaban unos ricos manjares, delicatessen varios de todos los gustos y sabores regados con caldos de burbujas y zumo de cebada al gusto. De postre, los más variados y caseros que te aportaban ese punto de azúcar tan necesario tras una marcha como esta.

He intentado dar un toque especial, cómico a una ruta también muy  especial como es una nocturna. Una vez más gracias por el recibimiento y la acogida en este grupo de amigos y amantes del ciclismo. Espero poder compartir con vosotros alguna ruta un domingo de estos y volver a formar parte del Test Team.

Gracias a todos.

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