lunes, 2 de julio de 2012

Los Puertos IV, Navacerrada y Morcuera (1/7/12)


Antes de nada quisiera felicitar a la selección española de fútbol por hacernos vibrar durante este campeonato y hacer historia al ganar la triple corona, Felicidades Campeones!!! 

La ruta de ayer la podríamos catalogar como en semanas anteriores de doblete, con la salvedad que ayer eran dos puertos de primera categoría a los que nos enfrentábamos, el equivalente a una Liga y una Champions, el puerto de Navacerrada y el puerto de Morcuera. 

Desde primera hora éramos conscientes que el gran protagonista del día iba a ser el frío, así que manguitos y chalecos que luego serían grandes aliados en las bajadas.

Con unos nuevos componentes en la grupeta, dos amigos de Salva y otro compañero nuevo, Raúl, nos pusimos en marcha directamente hacia Cerceda para evitar unos cuantos kilómetros por la pesada carretera de continuos sube y baja que nos hizo entrar en calor rápidamente. En este tramo única incidencia del día que fue el pinchazo de Raúl, así que parada técnica para repararlo y continuamos camino. 

Llegados a Cerceda a buen ritmo, continuamos dirección Navacerrada y como dice Juanma, aunque no lo parezca, comienzo de puerto, aunque verdaderamente no lo notas hasta que llegas a la rotonda de Navacerrada, donde una vez pasada, Julián lanza un mini-ataque para ponerse en cabeza y marcar el ritmo, ante los improperios generalizados de Luis, Lobito, Chema y compañía… 

Foto: ataque de Julián para ponerse en cabeza

Foto: la grupeta estirada

A buen rodar fuimos ganando metros hasta llegar a la altura del hotel Arcipreste donde la carretera empezó a poner a cada uno donde mejor podía. Iván y Toni se engancharon a dos ciclistas que se nos unieron en la subida y rápidamente nos tomaron unos metros de ventaja. Juanma, Raúl y yo nos mantuvimos juntos hasta llegar a la altura de El Ventorrillo. El resto mantuvo su ritmo hasta llegar al alto. 

Foto: cortesia de www.altimetrias.net

No me encontraba fino ayer, llevo arrastrando unas molestias en la rodilla derecha que me hicieron no forzar más de la cuenta ya que la etapa de ayer era dura. La ruta de ayer me la tomé como test para la marcha Pedro Herrero dentro de dos semanas, ya veremos que tal se nos da.

Poco a poco Raúl y Juanma (que se encontraba pletórico ayer) me fueron ganando metros hasta que me fui descolgando. 

No tardó en hacer acto de presencia el otro “invitado” del día, el maldito viento. Viento frío, de cara, que en los tramos de carretera abierta se metía y arremetía con fuerza, lo que sumado al esfuerzo de la subida, hacía que la cabeza se viniera abajo, luchar contra la pendiente y el fuerzo extra provocado por el viento, en ocasiones se hace durísimo. 

No quedaba otra, cadencia, cabeza, templanza y ganas de llegar arriba. Se me hizo un poco larga en comparación con la subida que hicimos en abril, pero como dice Juanma, es un puerto largo y duro, tendido pero duro ya que apenas tienes descansos para recuperar. Llegando a la altura de la residencia para militares, Carlos llegó a mi altura, intenté seguirle durante un tramo, pero desistí ante un nuevo aviso por parte de mi rodilla. 

Frío, mucho frío en el puerto. Temperaturas de 8º, el vaho que exhalábamos parecía que era más propio de invierno que del mes de julio. Cada vez que veía a mis compañeros en manga corta, sabiendo que tenían que bajar el puerto, me recorría un escalofrío por la espalda que me dejaba helado. Rápidamente Julián se puso a la búsqueda de cartones para afrontar la bajada y evitar un poco el frío. 

Poco a poco fueron llegando todos, pero unos cuantos decidieron darse media vuelta y volverse para Colmenar, Julián, Luis (que venía quejándose desde Cerceda y luego cómo sube el tío), Lobito y creo que Mariano. El resto nos abrigamos bien para afrontar la bajada a Cotos y la posterior hasta Rascafría. 

Qué frío pasé bajando, no paraba de tiritar. Los dedos de las manos y los pies no los sentía, parecía pleno invierno. El tramo hasta Cotos, en sombra fue mortal, mucho, mucho frío. Decidimos no parar a repostar agua y continuar hasta Rascafría para poder pasar el mal trago lo antes posible. 

La bajada de Cotos, es muy bonita, pero un tanto peligrosa. Tiene un par de curvas cerradas que como no te lo conozcas te llevas algún susto, sumado a que hay muchos tramos en sombra donde no se aprecian las irregularidades del asfalto, se hace complicada. A eso le sumamos los dedos agarrotados del frío y el abundante tráfico de motos, pues cabeza, sentido común y dejarse caer sin apretar en exceso… Lo mejor el aire puro que se respira, el olor a pino y naturaleza que te inunda los pulmones, no se paga con nada. 

Casi llegando a Rascafría se nos une un numeroso grupo de ciclistas donde Iván me comenta que uno con indumentaria del BMC, es un profesional de dicho equipo, yo con el frío que llevaba encima y la tiritona, casi no le puedo ni contestar, parecía un gangoso, no podía articular palabra, tenía los labios atenazados. 

Parada en Rascafría para llenar los bidones, unas barritas y nos tomamos con calma  el inicio de la subida a Morcuera por los tan agradecidos, rústicos y agradables adoquines de las calles de tan preciosa localidad, algo que Juanma agradece sobremanera… 

Foto: cortesia www.altimetrias.net
Como siempre muchos ciclistas en la zona, Raúl comentó cuando comenzábamos el puerto que el grupo que en esos momentos bajaba era de Colmenar. Empezamos a afrontar las primeras rampas todos en grupo, los primeros kilómetros los hicimos todos juntitos, después cada uno impuso su ritmo. Iván como siempre escopetado hacia la cima, seguido de Juanma y Raúl. Un poco más atrás Carlos, seguido de Toni a unos pocos metros. Cerrando grupo Chema, Paco y yo, momento que aproveché para sacar unas fotos y encontrarnos con Faustino que venía bajando él solo. 

Foto: subiendo Morcuera
Preciosa subida desde este lado la de Morcuera. Todos coincidimos en ello, se hace mucho más tendida aunque más larga, pero tienes tiempo para recuperar. Como no quería forzar mucho, puse mi ritmo y poco a poco fui ganando terreno. Primero enlacé con Toni y juntos llegamos hasta Carlos, luego Toni nos ganó unos metros y me quedé con Carlos unos kilómetros hasta que recuperó mucho mejor que yo y se adelantó unos cuantos metros. 

La pena fue Juanma, se le cayeron las gafas en plena subida, lo que le obligo a parar a por ellas (búscate un sponsor que te las pague para la próxima vez, jejejee…) dándole tiempo a Iván a irse más de la cuenta y siendo casi imposible alcanzarle como posteriormente me contó.  

Yo la subida la hice a mi ritmo, solo, sin gregarios de lujo que me acompañaran en esta ocasión, ahora sé lo que sufren los líderes de los equipos cuando se quedan sin compañeros en las grandes vueltas, cómo os eché de menos ayer D. José y Juanma, pero éste último como dije antes esta pletórico, así que me lo comí yo solo, eso sí las frases de apoyo de cuando subimos hace 2 semanas por aquí de Juanma, resonaban en mi cabeza y me alentaban a seguir un poquito más cuando lo necesitaba, 

-          Vamos Templario, que estamos en plena batalla!, le oía decir una y otra vez en mi cabeza.


Y así fui devorando kilómetros hasta llegar a la altura del avituallamiento donde apreté a tope para llegar al final. 

Foto: Toni y Carlos
Una vez arriba, un par de fotos, abrigarse de nuevo y descenso hacia Miraflores donde nos esperaban Antonio y Revilla padre. 

Descenso muy rápido, con mucho respeto ya que hay alguna curva cerrada que se las trae, aun así casi todos reagrupados hasta que un imprudente al volante nos hizo aminorar la marcha. Cómo se puede bajar a 30km/h en coche y por el medio de la carretera? Pues el señor en cuestión que iba paseando a Miss Deissy con un par, haciendo caso omiso a las advertencias y las indicaciones que le hacíamos. Como decía Toni, pensaría, si a mí me joden, pues ahora voy a joder yo… Le pasamos todos como centellas cuando tuvimos ocasión y le dejamos admirando el paisaje en su Rover 75. 

Parada en Miraflores para reagruparnos y continuamos de vuelta a casa. Una vez más y no me canso de repetirlo, carretera asquerosa donde las haya, muy, muy mala, baches, socavones, estrecha, de lo peor que hay por nuestra zona. No puedo entender que un pueblo como Miraflores que vive del turismo y de la gente del ciclismo permita tener la carretera así, es lamentable. 

Con suerte llegamos a la gasolinera donde la carretera mejora considerablemente, posteriormente a Soto y desde aquí carril bici hasta Colmenar a un ritmo suave que tras el tute de ayer nos vino muy bien para soltar piernas y estabilizar pulsaciones. 

Llegados a Colmenar, se desató la tormenta, no lo viví en primera persona pero cuento lo sucedido por boca de terceras personas. Se lanza un sprint masivo antes de entrar en el pueblo donde el ganador fue Chema, qué tío, se venía reservando toda la etapa para ganar al final, jejejeje… Bravo Chema, te llevas el maillot de los puntos…!!!! 

Después merecida cervecita en Charly donde nos esperaban los hermanos Schleck (Luis y Julián ó Julián y Luis, no sé quien es mayor, lo averiguaré) y Lobito. Risas chistes, cambio de impresiones como siempre y un rato muy agradable con los amigos. 

Foto: el merecido descanso
Al final 105 kms con dos puertos de 1ª y una media de casi 25km/h. 

La próxima semana una ruta tranquila aunque incluye La Trampa, ya lo contaremos. 

Gracias a todos.

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