lunes, 9 de julio de 2012

La Trampa (8/7/12)


La ruta de ayer es una de mis favoritas de nuestra zona. Una subida corta pero dura, que como no regules bien se te puede atragantar como me pasó ayer.

El día comenzó con los saludos de rigor entre los compañeros, tanto de la sección de montaña como los de carretera, ya que compartíamos horario de salida. Como había gente que no quería enfrentarse a las duras rampas de La Trampa, se hicieron dos grupos.

Nos pusimos en marcha como siempre dirección Soto para ir soltando las piernas, charlando con los compañeros. Llegados a Soto tomamos a la derecha dirección Guadalix para enfrentarnos a la primera subidita del día para ir calentando y que pronto empezó a estirar la grupeta. Llegados a la rotonda de Los Pinarejos, primer ataque del día, los amantes de las bajadas, como siempre se lanzaron a tumba abierta dirección Guadalix, mientras que los prudentes nos lo tomamos con calma y nos dejamos “caer” controlando los baches y socavones que hay por estas carreteras.




Fue considerable el hueco que nos llegaron a sacar, por lo que nos tocó apretar un poco en el llano, algo de lo que D. José es especialista, y pasado Guadalix logramos neutralizar la escapada. Ya todos juntitos otra vez, continuamos dirección Torrelaguna, donde pasado el puente de la A-1 en una nueva bajada, se volvieron a desatar las hostilidades, hasta que nos volvimos a reagrupar en el repecho de Redueña, donde Julián (el mayor de los Schleck, algo que me aclaró Luis), lanzó un fortísimo ataque que nos dejó a todos clavados en el sitio. El resto fuimos subiendo a ritmo permitiendo el lucimiento de Julián. No nos importó, - ya le cogeremos en La Trampa-, decía su hermano.

Foto: cortesía de www.tresplatos.com

Desvío a la izquierda dirección La Cabrera y comienzo de la subida. Cada uno fue tomando posiciones ante la subida a la que nos enfrentábamos. Los primeros 2 kms son prácticamente llanos, hasta que llegas al giro de derechas donde ya una primera rampa al 6% te da la bienvenida, es el momento donde cada uno pone su ritmo. Iván como siempre, sale en busca de la cima, seguido de Juanma. Un pequeño grupo formado por Ramón, D. José, Paco, Toni, y yo seguimos juntos durante unos metros. Al poco veo que Toni se empieza a marchar, un poco más atrás se quedan Ramón, D. José y Paco, yo ya lo empiezo a pasar un poco mal y me empiezo a descolgar. No sé qué me pasó ayer, es una subida que me encanta y que siempre la regulo bastante bien, pero creo que la noche anterior no descansé bien. Sumado a que esta semana no he podido entrenar nada y el domingo anterior hicimos dos puertos, pues eso pajarón y a subir como buenamente pude.

Traté de recuperar algo en la zona menos dura, justo cuando llegaba a la altura de Julián, con el pulso un poco más estabilizado, acometimos el tramo final de la subida que ayer se me hizo eterna. Eso sí, es una preciosidad de subida, buen asfalto, casi sin coches que te molesten lo que te hace ocupar todo el ancho de la carretera e ir acortando un poco en las curvas, como he dicho antes, una de mis subidas favoritas.

En colaboración mutua con Julián, terminamos de coronar donde ya nos esperaban el resto de compañeros. Soltamos un poco las piernas, aprovechamos para comer algo y esperamos a que fuesen llegando el resto de los compañeros. Entre bromas y risas, le dijimos a Jesús (que ayer llevaba un maillot amarillo) que se olvidara de mantener el liderato, que lo había perdido por mucho.



Con todos ya reagrupados, nos dirigimos hacia La Cabrera para continuar hacia Valdemanco y Bustarviejo por una carretera de constantes sube y baja, en la que el gran Alberto me recordaba lo mal que lo pasamos el día del Desafío, donde me enseñó su mítica frase de no perder nunca la rueda del de delante. Momento que aproveché para sacar unas fotos de los compañeros.









Justo antes de llegar a Valdemanco en el repecho que hay antes de la entrada del pueblo, Jesús lanza un ataque y se va en solitario, le advertimos que el tiempo que había perdido en La Trampa no lo iba a poder recuperar, pero aun así, él siguió atacando. D José saltó a neutralizarle al más puro estilo Tour de Francia, para tener la carrera controlada, pero no llegó a cogerle y desistió de gastar fuerzas tontamente. Luego, nos dimos cuenta que el ataque de Jesús fue para desviarse a saludar a unos amigos que vivían por la zona.

Seguimos dirección a Bustarviejo a ritmo suave ya que había gente que se empezaba a quedar, sin apretar mucho hasta que pasado el pueblo, dirigiéndonos hacia la fuente del Collado, nuevo ataque de Jesús que ayer estaba guerrero y no quería perder su maillot de líder. Le siguió Julián, Luis, D. José y Ramón. El resto fuimos aumentando la velocidad paulatinamente, e incluso llegamos a meter el plato para hacer casi al Sprint los últimos metros.


Con las risas y discusiones de quién había llegado primero (ya se sabe la meta la pone cada uno donde mejor le interesa…), paramos a rellenar los bidones y comer un poco. Aquí nos encontramos con Revilla padre que había salido unos minutos antes y nos estaba esperando para hacer el regreso juntos.




Más fotos de todos los componentes y nuevo descenso rapidísimo hacia Miraflores donde los de siempre apretaron de lo lindo y los prudentes nos dejamos ir. Pasamos Miraflores y giramos a la izquierda hacia Guadalix siempre los mismos “prudentes” juntos, Juanma, Toni, D.José, Ramón, Faustino y yo. Cruzamos el pueblo con sus constantes tachuelas que desquician a Juanma y nos reagrupamos con el resto en la fuente al comienzo de la subida.

Ritmo muy rápido de subida en los primeros kilómetros, casi 32 km/h, lo que hizo que la grupeta se rompiera rápidamente. Iván por delante seguido de Juanma y el gran Alberto que había saltado a su rueda, Toni por detrás, y un grupo formado por Paco, Julián, Jesús, D.José y yo. Fuimos ganando metros poco a poco con el plato metido hasta que a mitad de puerto D. Jose y yo nos quedamos a un ritmo más suave, lo que hizo que el resto nos aventajara rápidamente.

Al poco de quedarnos solos y en consecuencia de los continuos baches en Guadalix, comienzo a escuchar un ruido constante en la bici, era el sensor de cadencia que se había descolocado y rozaba con el pedal. Continuamos unos cuantos metros con el molesto sonidito hasta que pude parar un momento en el falso llano en la entrada del AVE para colocarlo.

Tengo que decir una vez más, que como siempre D. Jose se quedó a esperarme para terminar juntos la subida al Cerro, gracias compañero. Una vez coronado, seguimos camino para afrontar los 150 metros del Cerrillo, que superamos más por orgullo que por fuerza, ya que el calor empezaba a apretar y las piernas empezaban a ir un poco cargaditas. Dejándonos ir los últimos metros llegamos a la salida de Los Rancajales donde como siempre hacemos alto para esperar al resto de los compañeros.

Con todos reunidos, nos lanzamos dirección Colmenar para disfrutar de la cervecita fresquita y bien merecida. Descenso rápido como siempre. En la bajada enlazo con Chema y en el repecho de Remedios con Luis al que paso como una locomotora por la inercia que traía. Llevaba a Chema detrás que se enganchó en la bajada, así que pensé en apretar hasta el final al más puro estilo gregario de los sprinters cuando preparan la llegada en el Tour, para lanzarle en los metros finales. Rodando muy rápidos, casi 50 km/h, llegamos a Colmenar y al canto para completar una ruta de 92 kms a una media de casi 27 km/h.

Un día más lo compañeros se fueron a por la merecida cerveza, yo tenía compromisos familiares y no pude asistir.

Gran día de bici con los amigos y compañeros.

La semana que viene, mi última marcha planificada para este año. La Pedro Herrero en Moralzarzal. 110 kms con las subidas de Navacerrada, Morcuera y Las Cabras, ya os lo contaré.

Gracias a todos.

Un saludo.

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