lunes, 2 de abril de 2012

Canencia (1/4/2012)


La ruta de hoy es una de mis preferidas de la zona norte. Canencia es un puerto tranquilo, bien señalizado, de buen asfalto y poca circulación rodada de vehículos. Quitando un primer repecho a comienzo de la subida en Miraflores, es bastante llevadero donde la mayor dificultad son unos 600m al 8% de desnivel que se llevan muy bien si vas a ritmo.


La salida de hoy, a parte de ser una de mis favoritas, la cogí con ganas ya que la semana anterior no pude salir con los compañeros del Club Arnelas por motivos familiares. Antes de la salida como es habitual, control de firmas de todos los integrantes de la grupeta, y comentarios varios de si nos mojaríamos o si finalmente el tiempo nos respetaría como al final sucedió. Algunos agoreros hablaban que en la zona de Miraflores de la Sierra ya estaba lloviendo y que los chubasqueros iban a ser necesarios, yo por mi parte por mucho que miraba hacia Canencia sólo veía el cielo despejado y un sol que empezaba a calentar la mañana.


Después del control rutinario, nos ponemos en marcha dirección a Soto por las calles de Colmenar Viejo hacia el carril bici, una vez en dicho carril, ritmo rápido para ir acostumbrando y desperezando las piernas. Llegada sin sobresaltos a Soto del Real, desvío dirección a Miraflores de la Sierra, para afrontar el primer repecho de la jornada de unos 3 kms a la salida de Soto y que lleva hasta la Rotonda con la carretera M-609 y que sigue hacia Miraflores.






    Aquí Miguel, O.V.N.I y Martín controlando al fondo

Una vez pasada la gasolinera a mano derecha, la carretera se pone peligrosa, bacheada, parcheada, rugosa con mucha grava en los inexistentes arcenes, donde un grupo de ciclistas es presa fácil de por ejemplo el autobús de línea que viene desde Madrid. Casi 5 kms tardó el mismo en poder encontrar un hueco para poder adelantarnos y eso que circulábamos en fila india.



Llegando a Miraflores, la carretera empieza a ponerse difícil, después de una curva cerradísima a derechas, comienza la subida al pueblo con unas rampas que oscilan del 5% al 6%, llegado al núcleo de Miraflores puedes elegir entre subir Canencia o Morcuera, el hermano mayor en esta zona de la sierra y que ya afrontaremos en su día por ambas vertientes.


La subida al puerto de Canencia comienza en el centro del pueblo. Un cartel nos indica la dirección a seguir, la M-629 una carretera bien asfaltada, sin apenas tráfico y sin señalización horizontal. El que nunca haya venido por esta zona y no se lo conozca, puede pagar caro el haber empleado muchas fuerzas en la subida a Miraflores, ya que nada más comenzar la subida, al seguir la indicación de Canencia, nos topamos con una rampa brutal al 17% de desnivel que nos deja algo descolocados. Es una rampa de unos 200 – 300m, donde una curva a derechas te impide ver el final de la cuesta, por lo que si te aplicas con excesivo esfuerzo al principio se te puede hacer muy larga. Pasado ese tramo, la pendiente empieza a suavizar. Te puedes intentar relajar contemplando las maravillosas vistas y las casas de residentes en esa zona del pueblo.

En este punto la subida la hice con Ramón y otro compañero con la vestimenta del Club Colmenar Viejo, a ritmo suave ya que el rampón te saca muy rápido de punto si no dosificas bien. Teníamos a Miguel a la vista, que se había ido quedado descolgado del grupo de cabeza. Algo en su pedalear me hizo sospechar o que no iba muy bien o que se iba guardando en exceso.

Una vez se ha salido de la localidad de Miraflores, un cartel te da la bienvenida a la localidad de Bustarviejo, sin abandonar ya la M-629 que te lleva hasta la población de Canencia, la subida se va haciendo más suave, incluso hasta llegar a un falso llano donde muchos pueden optar por poner plato para sacar un buen tiempo en la cima. Si no has llenado el bidón en Miraflores, a mitad del puerto tienes esa opción. Una fuente de agua fresca que también encontrarás justo en la cima.




Más rápido de lo esperado, ya que como digo con el plato y el buen asfalto se avanza mucho, la carretera empieza a empinarse poco a poco. Un porcentaje constante entre el 5%-6%. Yo en este punto que aflojé un poco para tomar las fotos, seguía teniendo a la vista a Miguel, Ramón y el otro integrante. Decidí apretar un poco más y les dí alcance justo cunado comenzaban de nuevo las rampas. En ese momento me di cuenta que Miguel no iba nada bien, muy atrancado con la respiración forzada, me dijo que tirase, pero no era plan de dejarle solo en tierra de nadie y con medio puerto con su zona más difícil por subir.

Intenté poner un ritmo de crucero acorde con las fuerzas de Miguel, pero de vez en cuando miraba para atrás y veía que Miguel se iba quedando, lo que deduje era una pájara monumental, así que paren motores, ralentí al máximo y esperé que volviera a entrar y ya despacito, despacito, engañándole en la distancia que nos quedaba hasta el alto fuimos sorteando las rampas más duras del puerto que a 3 kms del mismo son de una constante del 7%.

Con todo lo que le quedaba dentro a Miguel, tomamos la última curva de herradura a izquierdas y pudimos ver el final de la subida a unos 400m. donde nos esperaba parte del grupo ya descansando y reponiendo fuerzas.



Una vez arriba, unas cuantas fotos de rigor en el cartel del puerto, unas risas, barritas energéticas para reponer fuerzas y con ya el total del plantel, nos dispusimos al descenso que fue bastante vertiginoso, rapidísimo y en ocasiones temerario por parte de alguno. Reseñar mi contador marca una velocidad máxima de 70.6 km/h.




Nuevo reagrupamiento en Soto para continuar hacia Cerceda para soltar piernas y disfrutar del recorrido, pero nada más lejos de la realidad, justo después de salir de Soto, se puso un ritmo infernal con velocidades de 47km/h, donde los que íbamos cerrando el grupo nos costaba muchísimo enlazar con la grupeta.


Llegando a Manzanares el Real, a la altura de la gasolinera, el gran susto del día. Caída de Revilla padre en medio de la calzada, aparentemente solo. Por suerte no se formó una montonera que hubiese sido desastrosa, e intentamos señalizar y avisar al resto de los vehículos.

Sobrepuestos del susto y tras comprobar que los daños no eran mayores, continuamos la ruta a Cerceda donde aprovechamos para rellenar los bidones, comentar el accidente y retomar la ruta a un ritmo mucho más tranquilo de vuelta a Colmenar.

Cabe destacar que no hemos sufrido ningún pinchazo en el día de hoy.

Próxima parada La Trampa y Bustarviejo, 100kms.


Este es el perfil de la ruta:

http://www.mapmyride.com/routes/view/79756267




 

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