Mañana perfecta para salir a
disfrutar de la bici con los compañeros del Club Arnelas. Mucha gente nos dimos
cita en el Canto y tras los saludos y el debate semanal de la ruta (para eso
tenemos el foro), nos dispusimos a afrontar una nueva jornada.
Como siempre, carril bici para
dirigirnos hacia Soto. En esta ocasión el maestro casi se queda solo, nos
alcanzó ya en el carril, según él nos tenía vigilados, yo creo que no controló
bien el tiempo y se confió en exceso.
Buen ritmo desde el principio que
nos vino muy bien para calentar las piernas ya que la mañana era fresquita.
Mucha gente, calculo que éramos un grupo de más de 25 personas, lo que se hacía
complicado por momentos circular todos por el carril bici. Llegados a Soto,
pese a llevar a Paco en cabeza, la gran mayoría del grupo, decide tirar para lo
clásico, nosotros teníamos en mente subir a Canencia por lo que tras despedirnos
y desearles suerte y cuidado, enfilamos nuestra particular ruta un grupo
reducido con los dos maestros, Juanma y D. José, Kiki, Paco, Rubén, Juan y yo.
Fotos: los maestros y la grupeta subiendo Los Pinarejos. |
La duda nos surgió si subir
directos hacia Miraflores o bajar a Guadalix y subir desde allí. La solución
nos la dieron los Bicio. Llegados a la rotonda, giraron a la derecha y con
ellos Paco que se pegó a ellos como un poseso. Nosotros pese a los gritos y avisos
que le dimos, preferimos seguir con nuestro ritmo más pausado. Duró o quiso
durar hasta la siguiente rotonda, donde dio la vuelta para volver a entrar al
redil.
Foto: perfecto día de bici. |
Afrontamos la subida todos muy
juntos y a ritmito para que Juanma no se quedara colgado en exceso. Como sube
la fräulain. Te incita a ponerte de
pie y apretar a gusto y eso que como diré más tarde me tenía reservada una
sorpresita.
Llegamos todos a la rotonda de
Los Pinarejos y al ser pocos nos dejamos caer de manera controlada hasta
Guadalix, donde tomamos el desvío dirección Miraflores, afrontando lo que
podríamos denominar la subida larga a cualquiera de los puertos que salen desde
esta localidad, Morcuera y Canencia.
Muy juntitos, a buen ritmo,
tranquilos, sin prisas, charlando y de bromas con Kiki como siempre de
protagonista. Llegados a un punto de la subida el maestro me pregunta por el
cassette que lleva la bici. – Un 11-28, desarrollo para montaña-, le respondo.
No se queda muy convencido y quedamos en comprobarlo luego cuando tengamos oportunidad,
según él no le parece como tal. Seguimos subiendo con Juanma sufriendo con
ganas como él dice, y casi sin darnos cuenta ya divisamos la salida a la
carretera de Miraflores. Continuamos hacia el pueblo y metros antes de llegar a
la curva de derechas, se obra el milagro. Por arte de magia, o más bien con el
dinero de los contribuyentes, el asfalto antaño roto, desquebrajado e intransitable,
se ha convertido en una alfombra de asfalto de color oscuro que te invita a
rodar suave, seguro y sin aparente esfuerzo. Lo que antes era un sufrimiento
por tener que ir esquivando baches y socavones, se ha convertido en un paseo en
bicicleta al más puro estilo verano azul. Algunos todavía dirán que es un tramo
duro ya que la pendiente roza el 6-7%, qué más da, ni te enteras, vas tan a
gusto sobre la bici que la pendiente es lo de menos.
Seguimos ascendiendo y Paco nos
tira el órdago de cambiar la ascensión a Morcuera, se hubiese quedado solo, no
era nuestro plan, así que llegados a la bifurcación tomamos a la derecha y
afrontamos el rampón. Me puse de pie metí todos los piñones y apreté con ganas para
probarme y para pasar el repecho lo antes posible. Me siguió Paco y juntos
llegamos a la zona donde la pendiente suaviza un poco junto en el momento en el
que llegaba Kiki. Me pareció extraño avanzar tanto, tan rápido y con tanta
fuerza…
Fotos: comienza la ascensión a Canencia. |
Aflojamos un poco y fueron
llegando los demás. Todos juntos nuevamente pasamos la zona de casas y
enfilamos la subida o la primera parte que es más suave y casi sin esfuerzo.
Juanma nos advirtió que él prefería subir a su ritmo y que no nos quería
lastrar a los demás. Aprovechando el ultimo descenso antes de la verdadera
subida, Kiki y yo nos distanciamos un poco del grupo y emprendimos la subida en
solitario. Nos propusimos una subida con Cadencia así que metimos todo y empezamos
a subir a buen ritmo. Como no llevo pulsómetro ni contador, no sabía muy bien
en los parámetros que me movía, así que decidí ir por sensaciones que realmente
eran excelentes.
Fotos: cada uno sube como puede. Vamos chicooooosssss!!!!! |
A un kilómetro y medio de la
cima, Kiki me empezó a soltar poco a poco. Me di cuenta que pese a llevar todo
metido, mi cadencia no era la misma que la suya pese a llevar el mismo desarrollo,
así que en vez de cebarme, preferí poner mi ritmo e ir paulatinamente
progresando en la ascensión. En la última curva de herradura la izquierda, la
diferencia había disminuido a unos 20 metros. Traté de echar el resto y llegar
a mi compi, pero me faltaron 15 metros. Me llevaba controlado por el rabillo
del ojo, y aun habiendo llegado lo hubiese hecho sin fuerzas, por lo que su
primer puesto era más que merecido.
Foto: grande Kiki.... |
Paramos en la fuente tras
felicitarnos por la buena ascensión y esperamos a que fueran llegando el resto.
El primero fue Juan que venía con Paco, quien se dio la vuelta como siempre
para ayudar a los demás. Luego para nuestra sorpresa venían los maestros. Y
digo sorpresa ya que todos pensamos que Juanma se lo tomaría con más
tranquilidad, pero todos conocemos del coraje y las ganas de nuestro compi. Al
rato lo hicieron Rubén y Paco. Descanso para todos, rellenamos los bidones,
comimos algo y nos pusimos nuevamente en marcha.
Foto: bravo Juanma, ya queda menos para volver a ser el de antes. |
Descenso muy tranquilo. Aun así la
Canyon pide guerra bajando y es que corta el viento que es una maravilla. Con
mucho control ya que subían muchos coches, fuimos haciendo los kilómetros de
regreso a Miraflores. Desde aquí, bajada directa a Soto.
Si me lo dicen hace 2 meses no me
lo hubiese creído. Un asfalto que desliza de maravilla, perfecto, compacto, sin
grietas. Algunos dicen que se han cargado el encanto de esta carretera, pues en
ese caso me alegro que se lo hayan cargado. Qué manera de bajar, seguros, por
la derecha sin aparentes problemas, en fin una gozada, ya era hora que se
gastaran el dinero en algo que podamos disfrutar de verdad.
Como hay algunos que bajan más rápidos
que otros, nos estaban esperando en Soto con una gran sorpresa y es que el
Presidente del club Arnelas, se nos había unido al grupo. Rubén decidió
retirarse ya que tenía compromisos, por lo que le cambiamos por José y
decidimos dada la hora que era rodar un poco hasta Manzanares y hacer así unos
cuantos kilómetros más.
Fotos: rodando hacia Manzanares. |
Foto: vamos Presi que te quedas atrás... |
Según el Presi le llevamos
muerto, no creo que sea para tanto, un rodar entre 34 y 36 km/h está bien,
además íbamos regulando mucho. Llegamos hasta la rotonda de los montañeros donde
dimos la vuelta y emprendimos el regreso siempre a buen ritmo y a relevos para
no cansarnos en exceso. En Soto, carril bici y para casa.
Foto: dos generaciones de grandes ciclistas y amigos, compartiendo ruta. |
Muy tranquilos íbamos por el
carril hasta que decidí calentar un poco el ambiente. Le avisé al maestro que
como Paco y Kiki iban en cabeza, les iba a atacar en Los Melones para ver si
entraban al trapo. No lo hicieron porque creo les pillé muy desprevenidos, pero
logré incendiarles, en especial a Kiki. Nos pusimos en cabeza y empezamos a
subir el ritmo. Hubo un primer intento de sprint por su parte, le aguanté
perfectamente. Me avisó que todavía le quedaba un piñón más, a lo que le
respondí que a mí me quedaba casi la mitad del cassette. Se rio entre dientes y
nos emplazamos para la siguiente recta.
Última recta antes del puente.
Seguimos en paralelo a buen ritmo, le oigo que baja uno, dos y hasta tres
piñones. Hago lo mismo con la diferencia que mi di2 es muuuucho más rápido que
un cambio normal. Me pongo de pie y esprinto como si fuese Cavendish, noto cómo
la bici se me encabrita como si fuese un caballo por la fuerza que le aplico a
los pedales. Por un momento se me hace incontrolable y el peligro de caída se
me pasa por la cabeza, pero cuando ya se logra estabilizar y poner velocidad de
crucero, no hay quien me pare. Dejo atrás a Kiki llamándome de todo y acordándose
de toda mi familia y continúo por unos metros más hasta que decido levantar el
pie y dejarme ir cuando de repente……….. de la nada sale Paco y me hace un Rui Costa
en toda regla!!! Aprovechando que había dejado de dar pedales y prácticamente me
dejaba ir, venía encendido por detrás, supongo que siguiéndonos el pique, y me
pasó sin miramientos. Hemos hablado con la organización y tiene que devolver la
medalla de oro. Le han descalificado por conducta indecorosa poco deportiva, jejejejee…
Al final, llegados a Colmenar,
nos dirigimos al Charly para tomarnos una merecida cervecita con sus
aperitivos, donde nos encontramos con parte de la grupeta, que habían hecho la clásica.
90 kilómetros. Una ruta que me
encanta con mi puerto favorito, mejor compañía y con unas sensaciones sobre la
nueva bici, cada vez mejores, pese a darme cuenta días después, que me la han
enviado con un cassette 11-23!!! Por eso no cogía cadencia subiendo. Tres veces
tuve que contar los piñones para asegurarme, nunca antes me lo hubiese
imaginado subir puertos con un 23, eso sí tengo unas piernas que como siga así,
Cancellara a mi lado…..
La próxima semana no lo tenemos
decidido, pero lo que salga, aquí lo contaremos.
Gracias a todos.
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