Nueva ruta con los compañeros del
Club Arnelas. Esta era una ruta especial ya que como dije la semana pasada no
guardaba muy buenos recuerdos de la última vez que la hicimos. Pero como para
mejorar hay que sufrir, no lo pensé mucho y decidí dosificar por si acaso,
sobre todo para afrontar el regreso por El Cerro.
Numeroso grupo el que salió el
otro día, se nota que hay ganas de salir. Como siempre y tras los saludos de
rigor, nos pusimos en marcha dirección Soto por el carril bici. Al llegar a
Soto algunos compañeros ciclistas giraron a la izquierda para hacer otra ruta y
los demás nos enfrentamos al primer repecho del día que nos llevaría hasta la
rotonda de Los Pinarejos.
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Foto: mucho frío y nubes amenazantes. |
Hablando con Juanma, ni me di
cuenta de la subida, el entrenamiento de rodillo entre semana se empieza a
notar. Una vez arriba, nos dejamos caer para que fueran entrando los rezagados
y sobre todo para no forzar mucho ya que a más velocidad más frío se te metía
en el cuerpo.
Reagrupamiento en el llano de
Guadalix y con un rodar alegre fuimos haciendo los kilómetros que nos separaban
del cruce con Venturada y el puente con la A-1. Ya se encargó Juan de recordarme
mis viejos fantasmas cuando vimos la silueta de El Cerro, camino que tendríamos
que coger de regreso.
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Foto: Juan, mi ¨Pepito Grillo¨ de ayer. |
Pero para eso quedaba más de
media ruta. Proseguimos hacia Torrelaguna en un largo y rápido descenso,
pasamos el repechón de Redueña y llegamos hasta el cruce donde giramos a la
izquierda dirección Torrelaguna. Cruzamos dicha localidad y nos dirigimos hacia
Patones. Junto a Ramón en cabeza fuimos tirando del pelotón hasta coger el
desvío a izquierdas para afrontar la subida de 2,5 kms que nos llevaría a
Patones de Arriba.
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Fotos: dirección Patones. |
Preciosa subida, la disfruté
mucho más que la vez anterior ya que no es lo mismo hacer una subida cuando ya
te la conoces. Dosifiqué mucho mejor el esfuerzo, negocié las curvas de
herradura con más soltura y terminé la ascensión mucho más entero de piernas. A
media subida, nos dimos cuenta que Salva se había distanciado del grupo para
coronar casi a la par que el resto,
salvo alguno que decidió salir a su encuentro nada más comenzar la ascensión.
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Fotos: comienza la subida. |
Llegados a Patones de Arriba
donde la carretera termina, nos tomamos un merecido descanso y aprovechamos
para comer y reponer las energías necesarias para el camino de vuelta.
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Foto: Waka, que dejó las ruedas gordas por un día. |
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Foto: Toni, gran ciclista. |
Nuevamente nos pusimos en marcha
para deshacer lo que hasta ese momento habíamos hecho. Bajamos a Patones,
continuamos hasta Torrelaguna y comenzamos la subida hacia el puente de la A-1.
En este punto el grupo de dividió en varias partes. Por un lado Javier y Toni
decidieron probarse y tomaron mucha ventaja. Por otro Juanma, Juan, Chema,
Antonio, Paco y algún otro nos tomaron cierta ventaja al resto. Yo me quedé con
D. José y Ramón para ayudar a los compañeros, por lo que con ritmo suave y
mucha cadencia terminamos de afrontar dicha subida.
Pasado el desvío de Venturada,
hicimos un pequeño alto para que enlazaran los demás. Los de delante, por
muchos gritos que les dimos no llegaron a oírnos. Con todos nuevamente
reagrupados, dimos caza a los fugados antes de llegar a Guadalix.
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Foto: paramos o qué muchachos... |
Atravesamos dicha localidad y
afrontamos el último escollo de la jornada, El Cerro. Por aquel entonces ya me
había alimentado, bebido y vitaminado correctamente para la ocasión, por lo
menos que no fuera por falta de ayuda…
Empezamos la subida como buenos
amigos que diría Juanma. Todos juntitos hasta que Toni se quiso probar ganándonos
unos cuantos metros de ventaja, el resto seguimos unidos. Alguien comentó horas
antes que el viento esta vez nos daría a favor, bien pues como hombre del
tiempo no tiene precio, creo que se lo rifan todas las cadenas para el prime-time, nos pegó de lo lindo, pero
de cara. Yo iba en cabeza con D. José tirando del grupo hasta casi la última
curva antes del falso llano, nos entró muy fuerte varias veces, pero seguíamos
con el plato, nos daba igual, - hay que entrenar para la Quebranta- decía D.
José. –Veréis que bien subís El Portalet con este entrenamiento- se reía entre
dientes.
Fueron Chema y Javier los que nos
dieron el relevo y nos ¨cerraron¨ la puerta por un rato. Cuando empezaron los
porcentajes, junto con Juanma, fueron abriendo hueco, el resto al tran tran,
despacito y con buena pedalada. Coronamos, continuamos ruta, pasamos el Cerrillo
y como siempre paramos en el stop de la salida de Los Rancajales, pero el otro
día y tras consenso, hicimos algo que no habíamos hecho hasta ahora, motivados
por el enorme frío que hacía y por las primeras gotas de lluvia, continuar ruta
hacia Colmenar sin esperar al resto.
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Foto: el maestro dándonos clase... -¨Habéis aprendido algo chicos?¨ |
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Foto: me rio por no llorar... |
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Foto: - Menos mal que no voy a la QH-. Nos comenta Juan. |
Nos lanzamos hacia Remedios,
pasamos el repecho a toda velocidad con Chema en cabeza para llevarse según él
la etapa y el sprint, aunque había quedado claro que ayer no había, pero
llegados a la altura de la base de helicópteros, Paco, en un intento agónico
por desbancar a Chema de su gloria, lanza un sprint que nos pilla a todos por
sorpresa. Los improperios recibidos no los voy a contar pero os los podéis
imaginar. Pero la cosa no acaba ahí, pese a las advertencias hechas sobre el
estado complicado de la llegada a Colmenar por esta carretera, ya que están de
obras, D. José en un nuevo intento por darle a Chema de su propia medicina,
lanza un nuevo ataque para hacerse con el sprint final. Los improperios esta
vez fueron por parte de todos, pero el gustazo que se pegó ya no se lo quita
nadie.
Lo bueno de estos piques es que
se hacen con buena intención, con gente sana y entre amigos.
Al final terminamos calentitos
pese al frío y las gotas de lluvia tras una ruta de 86 kms.
La próxima salida hasta
Guadarrama y más allá. Aquí lo contaremos.
Gracias a todos.