Quería emular a esos ciclistas que tantas veces había visto
por la tele, realizar las grandes gestas que ellos hacían montados en sus
bicis. El Puerto de Navacerrada, solía ser quien dictaba sentencia, y lo sigue
haciendo, y coronaba al ganador de la Vuelta España, así que tras estudiarme la
altimetría una y mil veces durante la semana, llegó el día.
Tranquilo discurrir a un ritmo suave que te daba tiempo a ir
hablando con el compañero de grupeta de turno, cuando en el carril bici a la
altura de la entrada a la presa, nos encontramos con los “prósperos del
Arnelas”, Dani, Manteca y Jose, que ya llevaban un rato dando pedales y tenían
su particular libro de ruta para el día de ayer. Con todo el grupo compactado
seguimos hacia Soto, y antes de incorporarnos a la carretera de Manzanares,
primer y único pinchazo el día que se solucionó rápidamente.
Sin darnos cuenta y a un ritmo tranquilo, llegamos a Cerceda
donde los “prósperos del día” continuaron con su entrenamiento personal,
siguiendo los demás dirección a Navacerrada. Poco a poco fuimos devorando
kilómetros sin darnos apenas cuenta, el ritmo era muy bueno, y los primeros
repechos había que tomarlos con calma, para afrontar con garantías lo que nos
quedaba.
Con la protección y el rodar del grupo, llegamos a la
rotonda de Becerril, y continuamos subiendo hacia nuestro objetivo, en este
momento el grupo se empezó a estirar ya que los porcentajes y el terreno
empezaban a inclinarse. En el grupo que yo iba, se encontraban Iván, Paco,
Ramón, Chema, D. José, un chaval con la vestimenta del Club Colmenar del que no
sé el nombre, Chaparro y el incombustible Juanma, que no se caya aunque las rampas
superen el 12%, pero como dice Ramón, nos alegra la subida y no te hace pensar
en lo que queda.
Llegando al Hotel Arcipreste donde las rampas ya empezaban a
ser considerables, el grupo ya se había roto. Yo personalmente no daba crédito
al momento de carrera, me encontraba arriba del todo, con los más fuertes, y
físicamente iba muy bien. Tras un pequeño descanso para nuestras piernas a la
altura del restaurante Posada Real, Iván decide que es el momento y sale
escopetado como alma que lleva el diablo, los demás seguimos a ritmo y en
grupo, y poco a poco se va haciendo la criba.
Foto: Llegando al Arcipreste |
Foto: Ramón y Chema, el resto al fondo |
Seguimos ascensión, D Jose, Ramón, Paco, Chema, Juanma, el
compi del Colmenar y yo. No me lo creo, por un instante se me pasa por la
cabeza que tarde o temprano voy a petar y me voy a venir abajo, pero seguimos
subiendo y a buen ritmo.
En un momento dado, nos quedamos solos D. José, Paco y yo,
el compi del Colmenar nos ha tomado unos metros de ventaja junto con Juanma,
Ramón y Chema se han quedado un poco atrás, pero miedo me da mirar para no
gastar un ápice de fuerza que seguramente necesitaré más adelante. Sigo
subiendo pegado al profe, parece que últimamente lo subimos todo juntos, cosa
que agradezco ya que se aprende mucho, gracias D. José. Veo que Paco empieza a
aflojar un poco y se queda atrás.
El Ventorrillo, se me hace eterno en las rampas más duras
sufro una mini-crisis, decido que es mejor aflojar un poco, D.Jose no para de
mirar para atrás pero no puedo seguir el ritmo, tengo que recuperarme, así que
se distancia en pos del compi de Colmenar, Paco ha quedado por detrás, no miro,
ya me pasarán me digo. Sigo a mi ritmo recuperando, el pulso alto pero bien de
fuerzas, meto el piñón del 29 más por instinto que por necesidad ya que las
piernas me siguen respondiendo.
No me lo creo, pasa lo más duro y todavía no me ha pasado
nadie de los que vienen detrás, es cuestión de tiempo me digo. En la subida voy
comprobando con la mirada que la distancia con los que llevo delante no
aumenta, es más voy dando caza a otros ciclistas que voy dejando atrás, quito
el 29 y me manejo entre el 27 y el 25, no me lo creo subiendo Navacerrada con
esos piñones, ni en sueños, voy a petar, estoy seguro, tarde o temprano lo
terminaré pagando.
Foto: altimetría hasta La Bola cortesía de www.altimetrias.com |
Ahora entiendo lo que tantas veces he escuchado y leído sobre
los ciclistas. Cómo es posible que una persona que prácticamente está exhausto,
de repente tome un nuevo brío y se recupere de manera milagrosa.
No sé si fue que ya veía las primeras edificaciones más
cerca, si llegué a la fuente de los geólogos sin darme cuenta, si oía la voz de
Carlos de Andrés y de Perico Delgado en mi cabeza narrando nuestra particular
ruta, si la distancia con el compi de Colmenar había disminuido a mi favor, no
sé qué fue exactamente, mis piernas me dijeron de apretar para llegar a él,
pero la cabeza me sugería ser coherente; finalmente ganaron las piernas.
Bajé un piñón y llegué a su altura justo en la otra zona
dura del puerto antes de llegar a la última curva de derechas que te lleva al
alto, no me lo creo ya veo el alto, el compi decide aminorar para ajustar las
pulsaciones, ya estaba todo hecho, pero
mis piernas y mi cabeza exultantes de alegría, fuerza, ira, emoción y ganas por
dar pedales me llevan hasta la cima en un arreón final al más puro estilo
Contador.
No me lo creía, terminé esprintando en lo alto del puerto!!!
Casi cojo a D.Jose que estaba ya coronando. Qué subidón, qué orgullo, qué
alegría. Ahora entiendo lo que supone ganar una etapa de cualquier vuelta
ciclista y ni que decir con ganar una gran vuelta. El afán de superación, el
sufrimiento por el disfrute como dice Juanma. Entiendo que los que ya habéis
subido Navacerrada en alguna otra ocasión, no os pueda parecer gran cosa, o
incluso sea algo normal y cotidiano para un ciclista, pero para los que era
nuestra primera ascensión ha sido increíble. Un simple aficionado a esto
haciendo realidad su sueño.
Foto: Coronando Navacerrada |
Foto: Otro puerto más |
En la cima me encuentro con D. José, con Juanma e Iván que
llevaban los dos un rato arriba dando vueltas para no quedarse fríos. Poco a
poco van llegando Ramón, Paco y Chema, pero con el frío que hacía, nos dio
tiempo para hacer 2 fotos, ponernos el chubasquero y bajarnos a una zona más
templadita, al cruce de la Posada Real.
Muchísimo frío en la bajada, los dedos entumecidos tanto por
el frío como por ir usando constantemente el freno ya que la carretera estaba
bastante húmeda. En la bajada vamos dando ánimos a los compis que van subiendo
cada uno al ritmo que más le conviene. Tras una espera para que todo el mundo
llegue, aprovechamos para comer, estirar un poco, aliviarnos y sacar unas
cuantas fotos. Ya con todo el grupo rehecho nos lanzamos tumba abierta hacia
Cerceda a velocidades muy altas. Breve parada para quitarnos los chubasqueros y
continuamos camino de vuelta a Colmenar.
Foto: esperando al resto de compañeros. |
Desde Cerceda a Soto otro caso de disfrute del compañerismo
del Club Arnelas, con la que nos habíamos pegado, todavía nos quedó fuerzas
para rodar a unos 35km/h a relevos. No pasaban más de 5 minutos sin que alguien
entrara al relevo. Chema y yo entramos a poner un ritmo prudente ante la
algarabía de Luis y compañía que nos dijeron de todo, en particular a Chema, y
que ha quedado inmortalizado en una foto, Chema tirando a bloque del grupo,
para que luego digan, bravo Chema, hemos callado muuuchas bocas, jejejeje….
Foto: Chema tirando del grupo. |
Muy rápido llegamos a Soto, de ahí a Colmenar y después cada
uno a su casa (por lo menos en mi caso) para felicitar y disfrutar del Día de
la Madre, que celebré contándole a toda mi familia la gesta realizada.
Quiero dar mi más sincera felicitación a todos los
compañeros del Club Arnelas, pero de manera especial a Antonio por seguir
quemando etapas, derribando muros y por ser un ejemplo de superación personal.
Siento muchísimo no haber podido estar arriba para hacerte la foto como te
prometí, pero hacía un frío de la leche. No te preocupes, tendremos más
oportunidades de hacer esa y otras tantas.
Bravo por todos, por el compañerismo, por vuestra amistad, por
la ayuda desinteresada que no hace falta pedirla cuando ves que el compañero no
va todo lo bien que quisiera, por compartir estas rutas y por disfrutar juntos
del deporte que nos apasiona.
A todos vosotros, gracias.
Próxima parada Los Leones y Navacerrada por Segovia, 145 kms
que todo apunta a que serán épicos.
Un saludo.
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