Nueva cita con los compañeros del
Club Arnelas para disfrutar de una mañana de bici. La gran novedad o la
sorpresa como dije la semana pasada era el cambio electrónico. Gracias a mi
amigo José María Jiménez, que se prestó gustoso a dejarme su Lapierre Xelius montada con Ultegra di2, pude disfrutar de
las maravillas y excelencias de este tipo de cambio.
Foto: Lapierre Xelius con ultegra di2. |
No quiero aburriros mucho pero he
de decir que es una auténtica maravilla. La única pega, si es que tiene alguna,
son las manetas. Los que estamos acostumbrados a Campagnolo, nos cuesta lo
suyo, si además le sumas los guantes de invierno, el botón que acciona las
subidas tanto de plato como de piñón, se hacía un poco raro. Pero es cuestión
de acostumbrarse. Por lo demás decir que es impresionante, sobre todo el cambio
del palto. Rápido, suave y muy preciso, incluso cuando cambias de pie. En
cuanto a los piñones, a excepción de lo comentado antes, también muy
satisfecho. El cambio es rápido, casi no se nota el paso de la cadena por los
dientes, le puedes hacer mil perrerías que lo soporta, no quise forzar mucho ya
que era un préstamo, pero recorrí la corona más de una vez tanto hacia arriba
como hacia abajo con ambos paltos sin sufrir ningún percance o inconveniente.
En resumen, una gozada.